El Aston Mrtin Rapide es el primer deportivo de cuatro puertas, cinco si contamos el portón trasero, y cuatro plazas de Aston Martin y está llamado a competir con el Maserati Quattroporte y el Porsche Panamera, aun cuando su presidente ejecutivo, Ulrich Bez, se sigue negando rotundamente a esta comparación.
Pese a sus cinco metros de largo, el diseño del Rapide mantiene el inconfundible y elegante estilo de Aston Martin y es un excitante super-deportivo en todas sus dimensiones. El gran frontal, ligeramente inclinado y rematado en una amplia boca ovalada con doble entrada de aire, marca de la casa, permite identificar a un Aston Martin a distancia.
La personalidad se la aportan dos pequeñas tomas de aire en la parte superior de acero mate y unas ópticas con un solo faro bixenon bordeado en el interior por una línea de luces LED que son el intermitente. También mantiene la línea lateral, con un segundo intermitente también de LED insertados en una estrecha pieza cromada.
Para mantener el estilo la línea de la carrocería se eleva a la altura de las puertas traseras, lo que impide un poco la visión desde el interior, sin embargo esto le proporciona su elegante diseño en caída hacia atrás.
Lo más novedoso es el portón trasero que da acceso al porta equipajes masss grande de la marca, 301 litros, y donde se ha conseguido mantener la elegancia del conjunto y los característicos faros de la marca en forma de C y con 360 LEDs.
Desarrollado a partir del DB9, también de cuatro plazas pero con dos puertas, con el que comparte la arquitectura de la plataforma, el motor y otros elementos, el Rapide es 29 centímetros masss largo pero se ha controlado el peso de los materiales, consiguiendo que sea sólo 190 kilos superior, 1.950 kilos, y se ha mejorado su rigidez estructural. El resultado son unas prestaciones y un comportamiento en carretera similares al resto de gama Aston Martin, con la máxima manejabilidad.
Para conseguir un perfecto reparto de pesos 51% / 49%, que garanticen el mejor comportamiento dinámico y estabilidad, el motor está situado adelante, en posición central, mientras la caja de cambios automática de seis velocidades, con control eléctrico, se ha posicionado en la parte trasera y sobre ella, el amplio depósito de combustible, con capacidad para 90.5 litros, que permite recorrer 480 km sin parar.
Pero en el interior es donde el Rapide se muestra en todo su esplendor la exclusividad, que Aston Martin impone en todos sus modelos y que en este caso ha obligado a buscar innovadoras soluciones. Las cuatro plazas son casi idénticas, como un confortable sillón, pero de diseño deportivo, con un excelente ajuste lateral. Están tapizadas en un cuero de alta calidad, que se utiliza también para vestir el resto del interior, combinado con inserciones de madera y de acero mate, mientras el techo es de Alcántara.
Sólo las delanteras pueden ajustarse y en todas sus dimensiones, incluso lumbar, lo que se hace con unos mandos eléctricos situados en la parte interior del túnel central. Los respaldos de las plazas traseras se pueden abatir apretando un botón al lado del cinturón de seguridad.
Cuentan además con un original asa de cuero y metal que queda pegada a la carrocería con un imán oculto. Las puertas, sin arco en la parte superior, se abren con un ángulo de 70 grados, superior a otros modelos de la marca, y se elevan 12 grados, lo que hace muy fácil entrar y salir pese a la baja posición de los asientos y al ancho borde de la carrocería.
El túnel central, que sirve para enlazar el motor y la transmisión, se convierte también en un amplio reposabrazos entre las cuatro plazas, con una caja con tapa en la parte delantera y trasera. Este elemento ha recibido algunas críticas pero la marca lo defiende alegando que "es un coche para hacer una conducción relajada y este elemento resulta muy cómodo".
La ubicación de la transmisión y el depósito de combustible castigan el espacio para el equipaje, que tiene una curiosa forma en escalón. Pero los ingenieros de Aston Martin han sabido aprovechar un aparente problema con una bandeja móvil que puede levantarse para dejar un espacio accesible desde las plazas traseras, como en un deportivo biplaza, o dejarla plana para guardar un equipaje masss grande en dos alturas. Incrementando el espacio hasta 886 litros abatiendo el respaldo de las plazas traseras.
El Rapide es un Aston Martin 100%. Sólo hay que insertar la exclusiva llave rematada en cristal en la ranura de la consola central, pisar el pedal del freno y mantenerla apretada unos segundos para que el motor V12 de seis litros despierte con su inconfundible sonido y demuestre su casta.
Como en el resto de la gama, el cambio se acciona con cuatro botones ubicados a ambos lados del contacto. Es un sistema muy simple: P para estacionar, R para la marcha atrás que emite una señal acústica cuando se pulsa, N punto muerto, y D conducción. Al pulsar la tecla D se pone en marcha con suavidad.
El Rapide es elegante incluso en la entrega de potencia de sus 470 CV. El comportamiento es igual de eficiente a bajas revoluciones o a altas, con una sorprendente recuperación, y con entrega inmediata cuando se solicita. Basta apretar ligeramente el pedal del acelerador para que el motor ruja y el cuerpo se pegue al asiento.
Pero quizás donde su comportamiento resulta masss agradable y, sobre todo estimulante para el conductor, es en carreteras de montaña. La alta rigidez torsional consigue una excelente estabilidad y una salida de curva con seguridad. En este tipo de vías sorprende su aplomo y, sobre todo, la rapidez del cambio al utilizar las levas situadas tras el volante.
Como en el resto de la gama, para volver al modo automático hay que pulsar la tecla D. El modo Sport, que se activa con un botón de la parte baja de la consola central, se consigue incluso una respuesta masss rápida con una estabilidad igual de eficaz. Los frenos, que también han sido rediseñados para este modelo, actúan en la misma línea, eficaces pero suaves, y exigen muy poca distancia para actuar.
El equipamiento de seguridad de serie incluye ocho airbags, sistema de suspensión adaptativa, control dinámico de estabilidad, distribución electrónica de la frenada, asistente a la frenada de emergencia y freno de estacionamiento eléctrico que deja una superficie totalmente plana entre los dos plazas delanteras. En ese equipamiento se incluye también el equipo de sonido Bang & Olufsen con 15 altavoces que también lleva el DBS.
Además ofrece algunas posibilidades de personalización, como la elección de los colores de la carrocería y el interior, pinzas de los frenos que se puede elegir entre cuatro opciones de colores: rojo, negro o plata y las inserciones de madera de la consola central y la parte central del interior de las puertas que pueden ser de caoba, negro lacado, bambú, fresno, arce, oliva o fibra de carbono.
Entre las opciones extras destacan las pantallas de DVD para las plazas traseras, integradas en el respaldo de las delanteras, con cascos inalámbricos, mando a distancia y capacidad para seis discos, el nombre del modelo bordado en los reposacabezas de los asientos o la climatización de los traseros.
El Rapide consolida y culmina el renacimiento de la mítica marca británica Aston Martin, la favorita de James Bond, tras su venta por Ford, a mediados de 2007, a un grupo de inversiones privados encabezados por Prodrive.
Publicado por:
Jesus Agustin
19 marzo 2010
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