En 1908 se fabricaba el Fiat SB 4, un auto de carreras dotado con un motor de al menos 18 litros de cilindrada. Ya en 1922 era un coche antiguo, pero se seguia empleando en competencias por John Duff, que se enfrentaba contra el Maybach-Isotta del británico Sir Ernest Eldridge en el circuito de Brooklands. Sin embargo por un sobreesfuerzo mecánico, una de las dos bancadas de cilindros del SB 4 salto por los aires. Duff perdió interés por el auto, pero Eldridge se lo compro con otros planes en mente.
Lo primero que a Sir Eldridge se le ocurrió fue abandonar el motor original y montar un enorme motor de aviación de 21.7 litros. Como el auto era un Fiat, buscó entre sus contactos y adquirió un motor A-12 Bis originario de la marca italiana. Un seis cilindros en línea que se empleaba en la aviación militar (en los SIA 7B y R.2 Fiat, aviones de reconocimiento y el bombardero SAML S.2 Caproni Ca 46). Sus 21.706 cc con dos válvulas por cilindros entregaban una potencia máxima de 260 CV a un régimen de giro muy bajo.
Pero a Sir Eldridge no le parecía suficiente, porque quería un bólido para batir récords de velocidad. Como veterano condecorado de la Gran Guerra, y descendiente de una familia de banqueros adinerados. El motor Fiat (de avión) era demasiado largo para introducirse en el lugar que mantenia el SB 4, por lo que se tubo que extender el frontal, con la ayuda de piezas pertenecientes a un autobús londinense de dos pisos.
Fueron necesarios refuerzos de chasis, elevando el peso de Mefistofele a cerca de dos toneladas. Sin alterar el sistema de propulsión, por cadena a las ruedas traseras. Otro detalle curioso es que no tenía frenos delanteros, sólo unos tambores traseros que se accionaban con una de las palancas situadas a la derecha del cockpit.
Con todos los diferentes cambios la potencia del Fiat Mefistofele crecía hasta los 320 CV a 1.800 rpm, también mediante la instalación de cuatro válvulas por cilindros y cuatro bujías por cilindro, para un potente encendido de la mezcla aire-gasolina.
Superando los cinco metros de longitud, se reconstruyo el auto apareciendo con un apéndice frontal que no tiene actualmente. Pero una de las partes masss impresionantes podría ser el gigantesco tubo de escape, por el que los gases salían libremente, entre llamaradas y un fuerte olor a combustible de ahí el sobrenombre de Mefistofele (aunque en el momento de batir el récord de velocidad estaba pintado en color negro).
Cuando Sir Eldridge en Arpajon (Francia), lo puso a 234.980 km/h, rompiendo un record poco aspirado hasta ese momento. Pero este se mantuvo sólo durante 32 días, aunque algunos historiadores sostienen que es el último récord de velocidad efectuado en carretera abierta, posteriormente ya se cerraban tramos al tráfico o se hacían en circuito.
Publicado por:
Jesus Agustin
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