25 enero 2012

Tucker Torpedo


Podemos considerar al Tucker Torpedo como uno de los autos masss clásicos, no solo debido a su diseño y tecnología implantada para la época. También por la historia que involucra al mismo vehículo como a su creador para salir al mercado.



El Tucker Torpedo hizo su aparición en 1948. Iniciando su preparación al término de la II Guerra Mundial, cuando la industria del automóvil en Estados Unidos estaba lista para comenzar de nuevo con la producción de vehículos para uso civil, después de tres años en los que la gente no pudo comprar autos debido a que las fábricas se utilizaron para suministrar material de guerra como aviones, tanques y municiones.

Los primeros modelos que aparecian en el mercado eran muy similares a los que se producían antes de la guerra, con muy pocos cambios. Por lo que Preston Thomas Tucker vio una buena oportunidad de negocio construyendo un auto verdaderamente nuevo y original. De hecho se vendía bajo el slogan “el primer auto completamente nuevo en 50 años”.

Thomas Tucker era un antiguo empleado de Cadillac, Ford, Studebaker, Stutz y Chrysler, por lo que tenía grandes conocimientos sobre autos y de cómo venderlos. En los años 20 también había participado en el diseño y construcción de deportivos de carreras para Miller, con los que se cosecharon varias victorias. Así que, ayudado por sus habilidades comerciales, reunió dinero para llevar a cabo su proyecto, alquiló al gobierno una gran fábrica en Chicago en donde se habían producido motores para los aviones B-29 y contrató al importante diseñador Alex Tremulis.


Thomas Tucker deseaba un auto muy seguro, potente, grande, fiable y espacioso. Sería innovador, con suspensiones independientes para las cuatro ruedas -algo muy novedoso para el momento-. Con motor trasero de 6 cilindros, se disponía inyección mecánica de gasolina, frenos de disco -basados en los aviones- y ruedas de magnesio. Algunas ideas que incluso se usan hoy en día.

Del concepto inicial al prototipo hubo que cambiar algunas cosas que no funcionaban bien, como los débiles frenos de disco. Del prototipo a la versión final también hubo modificaciones entre las que destaca el propulsor, que era menos potente de lo esperado y al final se adaptó otro motor que se utilizaba en helicópteros. Pese a los cambios respecto del boceto, el Torpedo seguía siendo un modelo fuera de los cánones. Contaba con innovaciones como parabrisas y ventanillas de seguridad (Con vidrio especial que al romperse se pulverizaba en partículas gruesas en lugar de astillas), tablero de mandos acolchado (Para amortiguar a los pasajeros en caso de colisión), todos instrumentos estaban agrupados en el volante, tenía suspensiones independientes y la aerodinámica era excepcional (incluso contra la de los modelos actuales).


Otra incursión se presentaba en el motor que mantenía partes construidas en aluminio y que estaba sujeto al chasis con sólo cuatro pernos lo que permitía un montaje y desmontaje muy rápido y sencillo, pensando también en los tubos y cables que contaban con un tipo de conexión que permitían soltarlos fácilmente. Además, la caja de cambios automática era como la de los Buick, pero con un sistema para el Torpedo que usaba únicamente 27 piezas en lugar de las 120 habituales. De hecho, se eliminaron unas 800 piezas que se mantenían en el resto de le los autos del mercado con lo que se consiguió una reducción de peso hasta unos -500 kilos menos que otros coches de su tamaño-. Lo que otorgaba mejores prestaciones, consumos y reducción de costos en producción.

Incluso en un principio contaba con cinturones de seguridad, pero al final se pensó que eso asustaría a los compradores al pensar que el auto -sería peligroso-. Cabe recordar que estamos en 1948 y los primeros cinturones de seguridad se empezaron a montar, como opción, en algunos Ford a partir de 1956 (Hasta entonces sólo se usaban en aviones).


Pero también hay que hablar del peculiar tercer faro frontal, apodado “el ojo de cíclope”. Este faro contaba con efecto direccional (al girar la dirección también gira la luz) y se creó como respuesta a un estudio que se acababa de dar a conocer, que concluía que el 65% de los accidentes nocturnos en carretera se debían a la falta de iluminación en el momento en que se tomaba una curva.

Tras la presentación del prototipo, la necesidad de fondos llevó a Tucker a buscar masss dinero para continuar con el trabajo. Para ello, comenzó a vender franquicias a los futuros concesionarios e ideó un plan para comercializar accesorios para los autos Tucker como: radios, maletas para viaje y fundas de asientos. Logrando su objetivo, pero con esto despertó sospechas entre la Comisión de Seguridad e Intercambios (SEC) del gobierno estadounidense. Iniciando esta una investigación sobre prácticas financieras irregulares por -vender accesorios par autos que aún no existían-. Sin embargo, la creencia general como la del propio Tucker era que los grandes fabricantes americanos de automóviles fueron los que propiciaron la investigación, preocupados ante el nuevo competidor que se presentaba -dejando todos sus modelos obsoletos-.


Agravando la situación, la investigación y los sumarios fueron filtrados a la prensa, que hizo especial hincapié en detalles sobre el auto que no funcionaban muy bien o eran poco fiables, sin tener en cuenta que no era un modelo definitivo sino un prototipo. Así que se produjo el pánico entre los compradores potenciales, concesionarios, proveedores y accionistas. Tucker fue llamado a juicio y finalmente absuelto, pero el mal ya estaba hecho. Quedándose sin fábrica, los inversores se retiraron del proyecto. Únicamente se llegaron a fabricar 51 Tucker Torpedo de los cuales 47 sobreviven y funcionan perfectamente.

Muchos expertos coinciden en afirmar que si a Tucker le hubieran permitido trabajar y producir su novedoso y revolucionario automóvil, hubiera cambiado la Historia y habría hecho tambalear a los grandes fabricantes de de Detroit. Tras el fracaso, Preston Tucker intentó establecerse en Brasil para construir un modelo para el mercado local, aunque el proyecto nunca se llevó a cabo ya que murió de cáncer de pulmón en 1956 (1903-1956). Sin embargo, los adelantos que incorporaba este innovador-auto hicieron historia, del mismo modo que terminaban con la marca Tucker.

En 1988 Francis Ford Coppola llevó al cine la historia de Tucker, haciendo una película producida por George Lucas y protagonizada por Jeff Bridges que se llamó “Tucker, El Hombre y Su Sueño”. No hay casualidad en que fuera Coppola el creador de la historia, ya que es uno de los afortunados poseedores de un Tucker Torpedo.


En enero del 2012 se subasto un Tucker Torpedo en el evento anual de Barrett-Jackson que se celebra en Scottsdale, Estados Unidos. Alcanzando una suma de $2,600,000.00 dólares, algo que reconoce muy bien el genio de Preston Thomas Tucker.

Publicado por:
Natalia Welch

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Para Autosmotosymasss es importante tu participación.