El Z4 con el motor de 3,0 l de 265 CV da unas prestaciones muy buenas para su potencia, puede acelerar más que un BMW 130i y, además, tiene una respuesta al acelerador más contundente (el Z4 es algo más ligero y tiene unos desarrollos de transmisión más cortos).
Otro aspecto muy positivo de este motor es que resulta muy agradable en cualquier circunstancia, no sólo cuando se busca su máxima capacidad de aceleración. Además, tiene un consumo bajo (para su potencia) en condiciones normales.
El ruido del motor es alto en ciertas condiciones de circulación y puede ser incomodo para viajar.
La potencia del Z4 Coupé 3.0si, puede satisfacer a casi cualquier conductor. Existe otro Z4 con motor de 343 CV (Z4 M Coupé), que además de más potente tiene una suspensión aún más dura, unas ruedas más anchas, menos cajuela, y ciertas diferencias de acabado y equipamiento.
El precio en Europa: del 3.0si es 46.200 €. Un Audi TT Coupé 3.2 250 CV quattro 6 vel. cuesta 44.830 € y un Porsche Cayman de 245 CV 53.478 €. El BMW es superior a los dos en prestaciones y en consumo. El TT es más cómodo para viajar que los otros dos. Aunque en términos generales el TT es menos estable que el Z4, puede ser superior al BMW en condiciones extremas (por ejemplo en una carretera muy lenta con el piso muy bacheado y con baja adherencia).
En Europa: el Z4 M Coupé está a la venta por 64.700 €, 9,760 € más de lo que se necesitan para adquirir un Chrysler Crossfire Coupe 3.2 SRT6 (este modelo está basado en la generación anterior del Mercedes-Benz SLK) que tiene una potencia parecida, 335 CV. Un Porsche Cayman S cuesta 65.510 € y tiene unas prestaciones similares a las del Z4.
El Z4 es un coche muy deportivo, con lo bueno y lo malo que supone. Lo bueno es que puede ir muy rápido por zonas de curvas; lo malo es que tiene una suspensión incómoda y, en ocasiones, unas reacciones que lo hacen difícil de conducir.
En estas circunstancias, la motricidad se resiente de igual modo. Si coincide una curva bacheada muy lenta (como una horquilla) y una aceleración fuerte, al Z4 le pasa como a otros BMW, pero en mayor medida: el control de tracción no deja acelerar mucho.
En el mismo caso pero con el control de tracción desconectado, las ruedas pueden comenzar a patinar sin que el coche gane prácticamente velocidad. El Z4 Coupé 3.0si, no puede tener diferencial autoblocante, que tiene de serie el Z4 M Coupé.
Puede ser que, en cierta medida, el coche parezca más duro de lo que realmente es porque los ocupantes van sentados prácticamente encima del eje trasero (lo normal en casi todos lo coches es ir sentado entre los dos ejes).
Sobre asfalto perfectamente liso sí mantiene bien la trayectoria, tiene un nivel de adherencia lateral alto y responde con mucha agilidad a las indicaciones del volante. No obstante, me parece que en este coche es más difícil que en otros sentir el límite de adherencia a través del tacto de la dirección.
El control de estabilidad se puede desconectar por completo. También se puede desconectar el de tracción manteniendo el de estabilidad.
No encuentro ningún motivo para desconectar el control de estabilidad porque, cuando este coche pierde la trayectoria, no tiene reacciones suaves. Puede venir bien desconectar el de tracción (no el de estabilidad) para circular con cadenas, o por un terreno muy blando y suelto.
Los frenos parecen tener potencia suficiente para el tipo de coche que es pero, como ocurre en el M3, los del Z4 3.0si, no aguantan un trato muy exigente por carretera o circuito sin perder efectividad.
Por su capacidad para ir rápidamente por curvas, el Z4 está mucho más cercano a un Porsche Cayman que a un Audi TT. En relación al Z4, el TT es mucho más cómodo para cualquier uso, menos eficaz en algunas circunstancias, pero menos exigente de aprovechar en casi cualquier caso. Como deportivo, el Cayman me parece superior a los dos.
El Z4 Coupé 3.0si, tiene un motor de 265 CV. Actualmente, BMW tiene en su gama tres variantes de este motor, que se diferencian por su potencia: 258; 265 y 272 CV (este último sólo está disponible para el Serie 3 Coupé).
En la unidad que hemos probado del Z4, este motor nos ha parecido superior al de otros BMW (lo que ya es decir mucho), tanto en variantes de 258 como de 265 CV.
Además de que la respuesta del motor parecía más contundente, hay dos factores que afectan a las prestaciones: uno, el Z4 es el BMW más ligero que cualquier que puede llevar este motor atmosférico de 3,0 l; dos, sus desarrollos son más cortos (esto afecta a las mediciones de recuperación, más que a las de aceleración).
A pesar de la aceleración que puede dar este motor si se lleva hasta un régimen alto, también se disfruta en una conducción tranquila por ciudad o carretera. En estas circunstancias tiene una respuesta deliciosa como pocos.
El aspecto menos favorable de este motor es que el ruido de escape resulta muy claro en algunas circunstancias lo que puede ser incómodo para un uso diario (aunque no tanto como un Porsche Cayman). Es especialmente evidente desde unas 1.800 a 2.800 rpm aproximadamente, donde es muy grave y notorio desde el interior. A medida que el motor sube de régimen el ruido de escape se agudiza y resulta menos apreciable.
El Z4 3.0si, es muy rápido. Puede dar una aceleración superior a la de un BMW 130i y a la de un Cayman de 245 CV. No ha sido tan rápido como la unidad que hemos probado del Audi TT 2.0 TFSI, que nominalmente, da 200 CV de potencia.
El consumo se puede considerar contenido para su potencia. En un recorrido por una autopista con frecuentes rampas (pero siempre en sexta velocidad) a una media de 130 km/h gastó 9,0 l/100 km. Si se hace algo más de carretera que de ciudad el consumo puede estar sobre 10,0 l/100 km.
El Z4 M Coupé tiene un motor de 343 CV. La respuesta de este motor es, en lo básico, parecido al de 265 CV, pero con más energía y con una respuesta aún más directa en el acelerador. También tiene un ruido de escape grave a bajo y medio régimen (probablemente aún más fuerte).
Como los asientos del Z4 están muy bajos, entrar y salir del Z4 requiere tener cierta agilidad. Una vez sentado el puesto del conductor es cómodo. A pesar de la poca altura de la carrocería, la altura entre los asientos y el techo es suficiente incluso para personas altas. El espacio posible en sentido longitudinal también es adecuado para casi cualquier conductor.
Un aspecto positivo del puesto de conducción, es que en cada parte de la consola central que está en contacto con las rodillas del conductor y pasajero hay una superficie acolchada para sujetarse con la pierna si hace falta (en curvas). Además, el apoyo para el pie izquierdo es grande y sólido, y el volante tiene un tamaño y tacto adecuados.
Opcionalmente hay otro que tiene un aspecto distinto y un aro más grueso. El volante también puede tener mandos para controlar ciertas funciones.
Lo que no tiene el interior del Z4 es mucha anchura a la altura de los hombros; las puertas quedan muy cerca del conductor y acompañante (las personas voluminosas pueden rozar los codos con los guarnecidos de las puertas).
De las muchas opciones disponibles para el interior, una de las más interesantes son los asientos deportivos (de serie en el Z4 M Coupé). Los de serie tienen una sujeción escasa, si se pretende practicar una conducción deportiva en carreteras de curvas, aunque son más cómodos para entrar y salir; tienen una banqueta que puede parecer corta a algunos conductores. Además, el resposacabezas queda lejos.
En general la carrocería del Z4 es poco funcional. No tiene buena visibilidad: a través del espejo retrovisor no se ve mucho y en tres cuarto trasero, la visión es casi nula. Salir en reversa en un estacionamiento en batería o incorporarse a una calle en ángulo de 90º cuesta mucho, porque no se ve. La visibilidad hacia delante es suficiente porque, aunque la parte delantera es muy larga, se adivina su final.
El coche es capaz de girar en muy poco espacio, lo que facilita ciertas maniobras de estacionamiento.
No falta lugar para depositar objetos. Hay una guantera con tapa entre los respaldos de los dos asientos, justo en el tabique que separa el interior del habitáculo. Esta guantera tiene espacio suficiente como para meter dos chalecos reflectantes y otros objetos, pero por su posición no es cómoda para utilizar con mucha frecuencia.
Opcionalmente hay un paquete que incluye dos utensilios para depositar envases de bebida y una red para sujetar objetos en la cajuela. La cajuela va cubierto con una cortinilla enrollable que sirve para ocultar la carga.
El Z4 Coupé 3.0si, tiene una capacidad de 285 l de volumen; el Z4 M Coupé tiene 245 l. Esta diferencia se debe a que el M tiene un cajón en un lateral la cajuela donde va la batería y el kit de reparación de ponchaduras (en el 3.0 la batería va debajo del piso y no lleva kit de reparación, sino neumáticos (que pueden rodar sin presión), que además de restarle volumen, le quita mucha practicidad. del Z4 Coupé 3.0si.
El equipamiento de serie y opcional del Z4 Coupé 3.0si y Z4 M Coupé se diferencia en ciertos detalles de decoración que puede tener, en algunos que influye en la estabilidad (ruedas y suspensiones), en la comodidad de los ocupantes (volante y asientos) y en otros funcionales (el M lleva de serie cargador de discos, espejos retrovisores con función de plegado automático y antiempañamiento, y retrovisor interior con oscurecimiento automático y volante multifuncional).
Los faros de doble xenón dan una iluminación comparativamente mejor en largas que en cortas.
La versión cupé del Z4 tiene muchos elementos mecánicos en común con el cabrio. Los dos son biplaza con motor central delantero y tracción trasera. Las dos versiones disponibles del Z4 Coupé se distinguen por el motor, el bastidor y la carrocería.
Aerodinámicamente, el cupé no mejora mucho al descapotable. No hay diferencia en la superficie frontal (1,91 m²) y el coeficiente de penetración disminuye de 0,35 a 0,34 en la versión normal. La resistencia aerodinámica del Z4 Coupé, por tanto, es 0,65 m² (0,67 en la versión M); es un 14 por ciento más alta que la de un Porsche Cayman y muy semejante a la de un Mercedes-Benz SLK.
El ingeniero responsable del diseño del Z4 Coupé comento que no habían considerado utilizar un alerón retráctil en la parte trasera, como sí tiene el Porsche Cayman, porque habían conseguido un diseño suficientemente equilibrado que no lo hace necesario.
La rigidez torsional estática del cupé es muy alta: 32.000 Nm/grado. La versión más ligera (motor 3,0 l y cambio manual) pesa 1.395 kg; el descapotable pesa 10 kg menos con el mismo motor. En el caso de las versiones M, la diferencia se mantiene.
La suspensión es semejante a la del anterior Serie 3 (E46), no al actual (E90); hay una opción de suspensión deportiva, que rebaja la carrocería 15 mm (queda 5 mm más bajo que el M).
El equipo de frenos es el normal en BMW, con pinzas flotantes en lugar de fijas en los dos ejes. La dirección es de cremallera, con asistencia eléctrica en el 3.0si e hidráulica en el M.
El motor de 265 CV está disponible con una caja de cambios manual o con una automática, en ambos casos de seis velocidades. La automática no es de tipo SMG (que tiene la misma estructura que una manual), sino una con engranajes planetarios y convertidor de par hidráulico. Esta caja automática tiene dos tipos de mandos secuenciales, en el volante y en la palanca. La sexta es una marcha de desahogo en cualquier caso, con ninguna de las dos cajas el coche puede alcanzar el régimen de potencia máxima en sexta; la velocidad máxima está limitada a 250 km/h.
La versión automática tiene desarrollos de transmisión más largos; puede alcanzar la velocidad máxima en quinta, un poco por encima del régimen de potencia máxima.
De serie lleva rines de 17" con cuatro neumáticos de la misma medida: 225/45; opcionalmente puede llevar llantas de 18". Otra opción, disponible con llanta de 17" o de 18", es poner neumáticos traseros más anchos que los delanteros; en ese caso, las llantas traseras también tienen más anchura de garganta que las delanteras.
El motor de la versión M es básicamente el del M3 hecho sobre el anterior Serie 3. Es un motor también con muy buen rendimiento, aunque no tan avanzado técnicamente como el del 3.0, que tiene el bloque compuesto de aluminio y magnesio y la culata con distribución Valvetronic.
Con relación al 3.0, la versión M tiene ajustes distintos de la suspensión (que es más rígida), frenos (los del M3 CSL, con discos delanteros de acero y aluminio), ruedas más grandes (225/45ZR18 delante y 255/40ZR18 detrás) y una carrocería que se distingue principalmente por las entradas de aire (y porque no puede tener faros antiniebla).
Publicado por:
Arq. Emilio R. Covelo.
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