En general Nissan busca diferenciar masss a su coupé deportivo, enfocándolo hacia un tipo de cliente que busca más un deportivo que un coupé cómodo para viajar. Empecemos analizando su diseño, claramente inspirado en su predecesor el 350Z.
Al primera vista me llama la atención los nuevos faros delanteros, en lugar de la afilada gota de agua del 350Z, estos se asemejan a un boomerang. Las formas angulosas del frontal del 350Z han dejado paso a unas facias más aerodinámicas.
Otro rasgo destacado del diseño del 370Z es la escasa superficie acristalada lateral del biplaza y la peculiar manija de la puerta. El conjunto emana una esencia definitivamente deportiva, a la par de equilibrada.
La suavidad de líneas se transmite hasta la compacta zaga, donde nos encontramos de nuevo un gran portón para la cajuela y con unas ópticas similares a las delanteras. El voladizo trasero es muy corto y con ese cofre relativamente largo no puedo evitar acordarme de la silueta de otros deportivos de corte clásico, como lo es el BMW Z4 Coupé, que dicho sea de paso, es uno de sus competidores principales, eso sí, de precio ligeramente superior.
Con el nuevo 370Z Nissan también actualiza el habitáculo del deportivo. Desde Nissan se habla de un notable incremento de la calidad de materiales y mejoras ergonómicas, que las del 350Z. Nos encontramos con un cuadro de instrumentos separado del tablero, con el cuentarrevoluciones en el centro, como todo buen deportivo. La consola central se asemeja en concepción a la del nuevo Murano, contando con un completo sistema de infotainment.
Una de las señas de identidad del 350Z es su original volante de tres radios. En el 370Z se sustituye por otro más convencional que me recuerda vagamente al del Nissan Qashqai. ¡Ya se sabe!, hay que aprovechar las sinergias de marca.
En cuanto a motorizaciones, se sustituye el melódico 3.5 V6 atmosférico por un nuevo 3.7 V6, ya estrenado en la gama Infiniti. Con 320 CV en la gama Infiniti, se observa que Nissan sube su potencia hasta los 350 CV para una diferenciación clara.
Es más potente que su predecesor, más pequeño, presumiblemente más ligero y todo un juguete en las manos adecuadas.
Cuenta con un sistema de propulsión trasera asociada a una caja de cambios manual, una combinación casi perfecta que podría verse superada con la incorporación futura de una caja semiautomática de doble embrague.
Publicado por:
Arq. Emilio R. Covelo.
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