El Jaguar XK es uno de los super-deportivos masss emblemáticos y masss atractivos de la historia de la marca, un modelo que apasiona y que hace voltear las cabezas a su paso. En 2006, Jaguar presento la segunda generación del vehículo, con mayor espectacularidad que la primera. Sin embargo, desde el principio, la crítica especializada apuntó lo mismo: el XK y su variante XK-R eran dos deportivos poco deportivos.
Jaguar había preferido refrenar el carácter indómito del motor V8 para potenciar la naturaleza hedonista del modelo. Ahora en 2010, acompañando una reestructuración global en su gama de motores, Jaguar ha decidido, por fin, desatar las posibilidades deportivas del XK, gracias a un motor masss poderoso y algunos pequeños cambios para su exterior. El resto sigue igual, salvo una pequeña actualización en la consola central, que no por pequeña deja de ser acertada.
El nuevo XK 2010 cuenta con un propulsor aspirado V8 completamente nuevo, que toma prestado del sedán XF. En el modelo básico, rinde 385 CV, 85 masss que en el XK 2009, mientras que una variante sobrecargada de ese mismo propulsor se reserva en exclusiva para el XK-R, quien ahora entrega, nada más y nada menos que 510 HP. Junto a la incorporación del nuevo motor, el otro punto destacado es la adopción de serie de un diferencial autoblocante activo y de la suspensión adaptativa.
El nuevo motor ofrece un rendimiento muy interesante, con prestaciones notables y un consumo razonable, con 16 mpg en ciudad y 22 en carretera, y unas emisiones contaminantes de 264 g/km de CO2 de media, lo que hace pensar en que esta versión es tal vez la mejor opción de la gama, más que la variante R de 510 caballos, con consumos superiores. Su velocidad máxima está autolimitada a 250 km/h (155 mph) y anuncia una aceleración de 0 a 100 km/h en 5.5 segundos, en esta versión convertible. También, al igual que el Jaguar XF, el XK mantiene la caja de cambios automática por convertidor de par de 6 velocidades, a la que se le ha añadido una capacidad de bloqueo mucho masss inmediata.
Pese a utilizar el mismo bloque que en el sedán, el sonido del V8 es mucho masss deportivo y embriagador en este Jaguar XK, sobre todo, en esta variante convertible donde podemos disfrutarlo con el techo replegado. Conducir este auto es una auténtica delicia. En la variante anterior pecaba en exceso de confort, algo que ahora ha quedado resuelto con un comportamiento masss deportivo y eficaz, mucho masss acorde con la potencia que ofrece. Así, la suspensión es masss firme, sujetando con mayor rigidez la carrocería, incluido en nuestra unidad de pruebas, con capota de lona. Su comportamiento en carretera resulta ciertamente estable y está apoyado en la respuesta precisa y rápida de la dirección y en unos frenos potentes en la senda de las realizaciones más deportivas.
En su Interior con su configuración 2+2, el Jaguar XK es, en realidad, un biplaza con dos minúsculos asientos traseros que sólo sirven para colocar algún objeto que no encuentre acomodo en la pequeña cajuela de 11.1 litros cúbicos con el techo puesto y 7.1 con el guardado. A cambio, sin embargo, piloto y acompañante disfrutan de un espacio con amplitud de sobra en todas las dimensiones y un grado de confort de primera.
El resto del habitáculo responde a lo esperado en un Jaguar: elegancia y sofisticación. Las costuras, el tacto del cuero bitono, y la atractiva madera embellecen el interior del XK y ponen de manifiesto esa natural facilidad que tiene Jaguar para hacer que las cosas parezcan masss lujosas de lo que en realidad son.
Y es que el Jaguar XK 2010 convertible cuesta, de partida, 89,450.00 dólares, un precio que si bien es algo superior a las versiones base del Serie 6 de BMW o del Porsche 911 Cabrio, esconde un producto bien surtido que obliga al comprador de cualquiera de sus dos rivales a desembolsar unos cuantos dólares extra para estar a su altura. Ya muy por encima y rondando los 100,000 dólares se queda el Mercedes SL Roadster, del que el Jaguar tiene poco que envidiar.
Además, a favor del nuevo XK hay que añadir que, en materia de tecnología, el modelo 2010 ha dado un paso adelante, gracias a la incorporación de un sistema computerizado de comunicación, manejable desde la pantalla táctil, que si bien no cuenta con el mismo número de funciones del famoso sistema de BMW, se queda cerca.
En resumen, cuantitativamente, el nuevo motor V8 y el añadido de la suspensión adaptativa y del diferencial autoblocante activo, incorporan al nuevo XK una naturaleza deportiva de la que carecía las versiones anteriores. Cualitativamente, el Jaguar XK tenía poco que mejorar, si acaso mayor carga tecnológica, algo que se obtiene con el nuevo sistema de comunicación. El Jaguar XK 2010 no es un Porsche 911, pero se le va acercando y eso sin perder un ápice de los atributos que han hecho famosos a la marca del felino: elegancia, sofisticación y belleza.
Publicado por:
Emilio R. Covelo
10 marzo 2010
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