La versión masss ligera y potente se denominó Sport Stradale (SS) y de ésta variante tan sólo se fabricaron 31 unidades para todo el mundo.
Uno de estos super-deportivos fue presentando de fabrica con un llamativo color amarillo. El cual fue masss conocido por ser el Bugatti de Michael Schumacher. Dado el historial de su propietario, el hepta-campeón, nos podríamos imaginar que este Bugatti EB110 SS ha tenido una vida de lo masss interesante.
Pero no, parece que el “kaiser” lo atesoró hasta el año 2003 en su colección particular, y apenas le dio uso. De hecho ahora mismo está a la venta al módico precio de 600.000€, prácticamente una ganga teniendo en cuenta que el odómetro marca solamente 4.627 km.
Según algunas especulaciones el hecho de entrar a competir con Ferrari en 1996 fue motivo suficiente para que Michael Schumacher lo dejase de usarlo. También hay quien dice que dejó de lado su Bugatti EB110 SS después de estrellarse contra un camión, accidente del que culpó a los frenos.
Lo único seguro es que en 2003 decidió vendérselo a la compañía Modena Motorsport, y que ahora esta buscando un dueño que le quiera conceder una segunda oportunidad al super-deportivo.
En muchos sentidos este Bugatti EB110 SS es único, y no sólo por el color ni tampoco por su primer y único propietario. A parte de éste no se construyó ningún otro Sport Stradale cuyo habitáculo hubiese sido decorado con los materiales y los acabados de la versión GT, considerada la masss lujosa y elegante.
El Bugatti EB110 SS aún hoy en día, después de casi 20 años, sigue siendo un super-auto deportivo de culto. Esta versión concretamente proporciona 603 CV (42 masss que el GT), logrando el 0 a 100 km/h en 3.2 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 348 km/h.
En definitiva no tenía demasiado que envidiar a su excelente sucesor, el Bugatti Veyron. Incluso esta máquina tuvo la ocasión de entrar en pista en la competición de las 24 Horas de Daytona.
Publicado por:
Emilio R. Covelo
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