Como en todo Maserati, los tres primeros sentidos que despiertan son: la vista, el tacto y el oido. Lo mismo ocurre nada masss ponerse ante el nuevo modelo 2010 del GranCabrio o Gran Turismo convertible como se le conoce en Estados Unidos.
Con el estupendo diseño de Pininfarina, quien mantiene las constantes estéticas de la casa, el sonido estimulante y sobrecogedor procedente de su sofisticada mecánica V8, y las exóticas y cuidadas terminaciones donde el cuero y los materiales nobles abundan por todas partes. Pero también hay tecnología, y mucha, como el exterior realizado en acero de alta resistencia y los paragolpes delantero y trasero, en aluminio. Su sistema articulado de capota, cuyo conjunto pesa 65 kilos, aunque los necesarios refuerzos para garantizar una alta rigidez acaban por sumar 100 kilos en comparación con el GranTurismo.
Del Gran Turismo deriva su plataforma, concretamente del “S”, el segundo escalón en la gama, ya equipado con el motor 4.7 V8 y no con el 4.2. Recordando que el GranTurismo “S” cuenta con una caja automática pilotada, manteniendo una estructura “Transaxle” con el cambio ubicado en el tren trasero, mientras que el convertidor hidráulico y la caja de cambios automática de 6 marchas realizada por “ZF” (de las otras dos versiones) va ubicada en el prolongación del motor, como en el Gran Cabrio. El auto-exclusivo logra el 0 a 100 en 4.9 segundos para desarrollar una velocidad máxima limitada de 295 km/h.
Ofreciendo un equilibrio de pesos casi perfecto, algo que en el nuevo convertible también implica una excelente dinámica de conducción, perfeccionada por Maserati gracias a una excelente definición de suspensiones con amortiguación “Skyhook electronica” y una puesta a punto donde la efectividad guarda una muy estrecha relación con el confort. La alta rigidez que es vital para este tipo de carrocerías, también se deja notar en el Gran Cabrio 2010, manifestando una alta consistencia a la flexión en las condiciones masss exigentes.
Sus 2.69 metros cuadrados de lona desaparecen al presionar un botón en solo 28 segundos. Dejando a cielo abierto un impresionante habitáculo concebido para garantizar confort a cuatro pasajeros. Son los efectos de utilizar una gran plataforma, aunque la contraprestación sea un auto-exclusivo de proporciones grandes.
Pero el GranCabrio 2010 no se siente aparatoso en la ciudad, ni mucho menos en carretera. Su conducción es un auténtico placer, y hacerlo sin el techo resulta una experiencia sobrecogedora. Con su propulsor V8 de 4.7 litros y 440 CV de potencia, responde a la masss mínima demanda, sintonizando a la perfección con el cambio automático que ofrece suavidad y rapidez.
Para satisfacer al cliente masss exigente, Maserati desarrolló un programa especial de personalización con el fin de que cada cliente haga un auto hecho a su gusto y con los masss altos niveles de exclusividad con una variedad casi ilimitada de combinaciones.
Refinado pero también altamente deportivo, el auto-exclusivo se permite el lujo de alcanzar ese nivel de prestaciones sólo para privilegiados. Mientras el confort acústico es sensacional con la capota cerrada, sin ella la música del V8 embriaga el habitáculo, especialmente si se ha activado el botón Sport, el cual no sólo gestiona suspensiones, cambio o motor, sino también el recorrido de los gases de escape, dejando un impresionante rastro sonoro por donde pasa.
Publicado por:
Eduardo Villalobos
13 julio 2010
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