Ford afirma que su renovación de motores es la masss radical realizada en sus 62 años de historia, especialmente con el nuevo motor 3.5 V6 EcoBoost, que incorporando doble turbo para entregra ahora 365 CV y 570 Nm de par maximo.
Con el cual reemplaza al propulsor 5.4 V8 Triton de menores prestaciones y mayor consumo. Así Ford actualiza de forma sorprendente la gama completa de propulsores de las F-150, las pick-up masss vendidas de Estados Unidos, y durante muchos años el vehículo masss vendido, superando habitualmente las 500.000 unidades anuales.
Pero el problema es convencer a los futuros propietarios de que el nuevo motor soportara la actividad diaria hasta las 100.000 millas, además de ser lo suficientemente capaz como para reemplazar a un V8 atmosférico de siempre.
Conscientes de ello, Ford somete a una prueba extrema el nuevo V6 EcoBoost, y lo hace públicamente con uno de sus motores, en una serie de duras pruebas que el fabricante espera superar sin problemas. Todo comienza con la selección de un EcoBoost aleatorio, escogido al azar en la planta de Cleveland (Ohio).
En primer lugar el motor recibirá el equivalente a 150.000 millas (más de 240.000 km) en un dinamómetro. Tras ese rodaje se montará en una F-150 que trabajará durante dos semanas para un compañía maderera en Oregon, reemplazando a las pick-up “heavy-duty” como las F-250 en el trabajo de arrastrar troncos y cargas pesadas. Después, irá a Florida, al “Homestead-Miami Speedway” donde remolcará durante 24 horas a dos Ford Fusion de la NASCAR Sprint Cup. Las nuevas F-150 EcoBoost son capaces de arrastrar 5.125 kg en un remolque.
Por si no fuera poco, lo hará con el acelerador a fondo, superando los 150 km/h y parando únicamente a cargar gasolina de 87 octanos, con cambio de neumáticos y conductor. Para terminar esta prueba de locos, el motor se transplantará a una F-150 de competición, que competirá en la “Tecate Baja 1000”, una competencia off-road sumamente exigente en el desierto mexicano. Habrá temperatura extremas, altas velocidades y al menos 30 horas de conducción.
Tras el dinamómetro, “la excursión a Oregon”, “la NASCAR” y la “Baja 1000” el motor será desmontado y analizado públicamente por varios ingenieros. Desde luego, Ford debe creer mucho en su propulsor para exponerlo a este ciclo de pruebas, que aglutinarán un kilometraje que superará los 400.000 km bajo estas condiciones de tortura. El motor es el mismo que fue escogido en Cleveland, y sin ningún tipo de modificaciones.
La prueba de tortura se puede seguir en la web de Ford
Publicado por:
Narciso Algami
28 septiembre 2010
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