Sus cifras hablan por sí solas, contando con 480 CV de potencia con la aguja en las 6.000 revoluciones, 610 Nm de par máximo, casi doblando la cifra de serie con 350 Nm, además de un ratio de 3.04 Kg por CV de potencia.
Otro dato interesante es el de su velocidad máxima, pero al parecer el Red Devil V sigue limitado electrónicamente para lograr los 291 Km/h. Tampoco es que importe mucho si corres en circuito, lo que prima es su enorme entrega de fuerza.
Wimmer continua utilizando en este “super-auto” el motor TFSI de 2.0 litros, el mismo que originalmente dotaba de 271 CV al Golf R. Claro que realizando una revisión exhaustiva y masss que completa, sin olvidar la electrónica, el turbocompresor, las mejoras en la admisión y hasta en la refrigeración. También poniendo atención en los árboles de levas, y dotándolo de una salida de escape con catalizador deportivo. En definitiva un compendio completo de detalles destinados a conseguir estas cifras sin minarle exageradamente la vida al motor.
Lo mejor de todo es que Wimmer no se ha dejado llevar por la ostentosidad en el exterior del Golf R. Implantando detalles discretos como: las ruedas de color negro, que además son prácticamente calcadas a las originales de 18 pulgadas.
Lo masss importante se queda en el interior para hacer de este Golf R Red Devil V una auténtica joya de circuito, con su estupendo desarrollo de propulsión y mecánica que se entrega a las cuatro ruedas.
Publicado por:
Emilio R. Covelo
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