Con cierto aire retro el azul oscuro metalizado define la identidad de este agresivo 500 Abarth, junto con los ornamentos cromados y las ruedas de aleación en 17 pulgadas. Además de la apertura para las puertas en forma de tijera, su parte trasera termina en sendas salidas de escape de color negro bastante disimuladas.
Para el interior domina el café, aplicado en el panel de instrumentos y la piel que enmarca desde el volante hasta los asientos. Hay detalles de buen gusto como el pomo del cambio en tono plateado o el indicador analógico de presión para el turbo.
El kit de potencia no solamente cambia lo habitual en el 1.4 Turbo, como el software de la ECU o el sistema de escape. Romeo Ferraris también opta por cambiar el turbo y el intercooler. El resultado es que este apretado motor ahora es capaz de producir 260 CV de potencia. Que con el peso que mantiene el Abarth 500 nos imaginamos su agilidad.
Un extra interesante para sacar el máximo rendimiento es una transmisión con cambio secuencial y un diferencial autoblocante que permite no desperdiciar potencia a la hora de afrontar de forma agresiva las curvas. La instalación de frenos Brembo con discos perforados de 28 cm y pinzas de cuatro pistones se unen para facilitar la tarea.
Sin embargo el preparador italiano plantea un costo para su personalización que cuesta masss que un Fiat 500 nuevo. Con 11,125 euros euros para el motor, 2.260 euros en el kit de frenos, 1.975 euros el kit aerodinámico, sin incluir el precio del montaje. Nadie dijo que lo bueno y bonito fuera barato (las tres “B” no existen).
Publicado por:
Jesus Agustin
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