A principio de los años 90’s Renault maduraba la idea de incorporar al mercado un deportivo ligero con buenas prestaciones. Para llenar el vacío dejado por el emblemático R5 Turbo, la marca francesa quería regresar con su imagen de autos radicales tal vez resucitando al icónico Alpine.
Un nuevo auto que atrajese las miradas y que estuviera destinado tanto para su disfrutar en carretera pública como en circuito. Asi nacía el Renault Sport Spider, que salía de la línea de producción de Alpine en Dieppe hasta finales de 1995, animado por el éxito de las victorias conseguidas por el equipo Williams-Renault. Al cierre de su vida comercial, en 1997, se habían fabricado y vendido 1.726 unidades de este deportivo ligero tan expectacular.
Construido con un chasis de aluminio y paneles de plástico para la carrocería con el objetivo de ahorrar peso. Se diseñó directamente para carecer de cualquier tipo de techo, ni rígido, ni de lona, únicamente contaba con una jaula de seguridad para proteger a los ocupantes en caso de vuelco. Incluso en sus inicios no tenía parabrisas delantero, con lo cual tanto el piloto como su acompañante debían contar con el correspondiente casco. Para masss tarde introducir su respectivo vidrio frontal para salvar este inconveniente.
Las puertas empleaban un sistema de apertura de mariposa en diagonal, mediante un sistema similar al popularizado por Lamborghini. Un juguetito biplaza que marcaba en la báscula únicamente 930 kilogramos. Características con las que el Renault Sport Spider desperto un gran interes para todos los aficionados al mundo del motor.
Radical y sin demasiadas concesiones de confort, el Renault Sport Spider carecía de dirección asistida, ABS, climatizador y cualquier otro tipo de calefacción o aire acondicionado. Como un auto no estaba pensado para el día a día, ni para ser práctico ni cómodo, sino extremadamente divertido para los amantes de la velocidad, y de lo masss práctico para aficionados de trackday.
El Sport Spider de serie contaba con asientos de tipo bucket y pedales ajustables, proporcionando un puesto de conducción extremadamente bajo, que facilitaba a su piloto la posición ideal para practicar un manejo deportivo y controlable. Ofreciendo las prestaciones e imagen de un super-deportivo de la época, el pequeño super-auto montaba el motor F7R de 2.0 litros y 16 válvulas de Renault, el mismo que daba vida al Renault Clio Williams, y que en el Spider lograba 148 CV de potencia. Lo cual ofrecia prestaciones masss que interesantes debido a sus dimensiones y peso.
Además el Renault Sport Spider también tuvo ocasión de participar en los circuitos, concretamente en algunos campeonatos organizados por Renault en los que se empleó este deportivo con una nueva y masss efectiva jaula de seguridad, un motor optimizado hasta los 210 CV de potencia y masss ligero, con tan sólo 854 kilogramos, transmisión secuencial de 6 velocidades, el cual lograba una velocidad punta de 251 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h en 5.8 segundos.
Publicado por:
Jesus Agustin
Un nuevo auto que atrajese las miradas y que estuviera destinado tanto para su disfrutar en carretera pública como en circuito. Asi nacía el Renault Sport Spider, que salía de la línea de producción de Alpine en Dieppe hasta finales de 1995, animado por el éxito de las victorias conseguidas por el equipo Williams-Renault. Al cierre de su vida comercial, en 1997, se habían fabricado y vendido 1.726 unidades de este deportivo ligero tan expectacular.
Construido con un chasis de aluminio y paneles de plástico para la carrocería con el objetivo de ahorrar peso. Se diseñó directamente para carecer de cualquier tipo de techo, ni rígido, ni de lona, únicamente contaba con una jaula de seguridad para proteger a los ocupantes en caso de vuelco. Incluso en sus inicios no tenía parabrisas delantero, con lo cual tanto el piloto como su acompañante debían contar con el correspondiente casco. Para masss tarde introducir su respectivo vidrio frontal para salvar este inconveniente.
Las puertas empleaban un sistema de apertura de mariposa en diagonal, mediante un sistema similar al popularizado por Lamborghini. Un juguetito biplaza que marcaba en la báscula únicamente 930 kilogramos. Características con las que el Renault Sport Spider desperto un gran interes para todos los aficionados al mundo del motor.
Radical y sin demasiadas concesiones de confort, el Renault Sport Spider carecía de dirección asistida, ABS, climatizador y cualquier otro tipo de calefacción o aire acondicionado. Como un auto no estaba pensado para el día a día, ni para ser práctico ni cómodo, sino extremadamente divertido para los amantes de la velocidad, y de lo masss práctico para aficionados de trackday.
El Sport Spider de serie contaba con asientos de tipo bucket y pedales ajustables, proporcionando un puesto de conducción extremadamente bajo, que facilitaba a su piloto la posición ideal para practicar un manejo deportivo y controlable. Ofreciendo las prestaciones e imagen de un super-deportivo de la época, el pequeño super-auto montaba el motor F7R de 2.0 litros y 16 válvulas de Renault, el mismo que daba vida al Renault Clio Williams, y que en el Spider lograba 148 CV de potencia. Lo cual ofrecia prestaciones masss que interesantes debido a sus dimensiones y peso.
Además el Renault Sport Spider también tuvo ocasión de participar en los circuitos, concretamente en algunos campeonatos organizados por Renault en los que se empleó este deportivo con una nueva y masss efectiva jaula de seguridad, un motor optimizado hasta los 210 CV de potencia y masss ligero, con tan sólo 854 kilogramos, transmisión secuencial de 6 velocidades, el cual lograba una velocidad punta de 251 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h en 5.8 segundos.
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