Esto implica un kit de carrocería agresivo, con profusas entradas de aire y el clásico color del coupé. Unas ruedas de aleación ligera con 20 pulgadas de diámetro, que salvan 10 kg de peso. Bentley presume de que el Supersports Convertible es 90 kg masss ligero que el Continental GTC Speed Convertible, pero ello no quiere decir que no sea un auto pesado: la balanza indica nada menos que 2.395 kg. Los inconvenientes de emplear un pesado motor W12 biturbo y un sistema de tracción total. (Mismo que utiliza el Volkswagen Phaeton)
Su propulsor es un 6.0 de 12 cilindros en W, que gracias a un doble turbo-compresor en paralelo, entrega la sensacional cifra de 630 CV a 6.000 rpm. Dicha potencia va acompañada de nada menos que 800 Nm de par motor entre las 2.000 y las 4.500 rpm. Un par máximo que tiene que soportar una caja de cambios automática ZF 6HP26, un 50% masss rápida que en otros Bentley gracias a la función “Quickshift” y que permite agresivos kickdown de dos marchas, ideal para todo tipo de adelantamiento.
Las prestaciones se resienten ligeramente con respecto al Supersports coupé, ofreciendo un nada despreciable 0 a 100 km/h en 4.2 segundos y un 0 a 160 km/h en 9.5 segundos. La velocidad máxima de este supercabrio es de 325 km/h, sólo 5 km/h inferior a la de un Ferrari 599 GTB. Bentley también ha puesto énfasis en que no solo es un coche para devorar rectas, sino que se defiende muy bien en curvas.
Pegado al suelo con neumáticos Pirelli de alto rendimiento en medidas 275/35 ZR20, la distribución de la potencia en el sistema de tracción total favorece al tren trasero en un 60%, a pesar de que el reparto de pesos es claramente favorable al tren delantero. Esta diferencia es la que equilibra el comportamiento en curva, y una suspensión activa de aire rebajada y controlada electrónicamente evita balanceos, en coordinación con el ESP en sus cuatro modos prefijados para un paso por curvas rápido y muy estable.
Para detenerlo cuenta con potentes frenos cerámicos, que mantienen un diámetro de 420 mm (casi medio metro) y están perforados para una refrigeración óptima. En el tren trasero tienen un diámetro de 356 mm y en ambos casos están abrazados por pinzas de ocho pistones. Son 20 kg los que ahorra el sistema de frenos con respecto a unos discos de acero. En términos prácticos, el Convertible conserva las cuatro plazas, el coupé anulaba las traseras para salvar peso.
Para el interior encontramos se la clásica opulencia de Bentley, presente en grandes extensiones de cuero y paneles de aluminio o fibra de carbono, siempre respetando los gustos del cliente. Los asientos delanteros son deportivos y están realizados en fibra de carbono, forrados en cuero Alcantara. Ahorran 45 kg en conjunto. Todo el habitáculo tiene un fuerte componente artesanal y está claramente realizado con los mejores materiales disponibles. Hay varios packs de equipamiento opcional.
En ellos se encuentra un control de crucero adaptativo, cámara de marcha atrás, asientos con masaje, conectividad para iPod y una llave para valet-parking, con la que no pueden superar unas determinadas rpm o velocidad.
Finalmente Bentley apoya sus credenciales medioambientales con compatibilidad de bioetanol E85 y una reducción prometida en las emisiones well-to-wheel del 70% con respecto a la gasolina. Muchas partes y plásticos del auto son reciclables. Su precio será de al menos 300.000€.
Publicado por:
Enrico Sorgato
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