Además con la influencia de Apple y su iPhone llega al mundo del automóvil. De hecho, parece que la idea es tomar como referencia el sistema de aplicaciones del teléfono para incorporarlo a los modelos alemanes. Como punto de partida, el interfaz táctil que ha estrenado el A8.
Schwarzenbauer pone como ejemplo los asientos calefactados: si se incorporaran de serie en los modelos, serían los usuarios los que decidirían si quieren activar su funcionamiento, descargando un paquete de software adicional, y por supuesto, de pago.
Parece imposible incorporar a la industria real algo semejante, y sin embargo, ya existe. El iPod Touch de Apple de segunda generación, incorporaba el sistema de conexión inalámbrica Bluetooth de fábrica, pero se necesitaba una actualización con costo para ponerlo en funcionamiento.
La tendencia está clara. Se ha hablado de que otros elementos, como configuraciones de chasis, o actualizaciones en los equipos de sonido también tendrían sus propias apps descargables. Una idea que no deja de ser interesante, pensando en que todo vendrá incluido en el auto, pero si lo quieres tendrás que pagar por habilitarlo.
La iniciativa de los extras vía Internet podría ayudar a flexibilizar las cadenas de producción en las armadoras; hasta resucitaría el fenómeno de los vehículos en stock. Se podrían enviar a los concesionarios unidades que los conductores personalizarían solo modificando su software.
Publicado por:
Emilio R. Covelo
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