Como ya hemos comentado desde su lanzamiento en 2010, el Veyron Super Sport alcanza los 431.073 km/h. Gracias a su propulsor 8.0 W16 quad-turbo, que obtiene la tremenda cifra de 1.200 CV de fuerza, transmitidos como de costumbre a las cuatro ruedas.
Con su característico diseño reconocible a primera vista, hay que fijarse en el frontal para encontrar los cambios masss aerodinámico, con un fino spoiler delantero que desvía el aire hacia los lados, para darle mayor estabilidad en la velocidad que esta dispuesto a conseguir.
El motor ahora casi no se ve, está tapado por una gran cubierta de fibra de carbono que produce una mejora aerodinámica, al masss puro estilo “streamliner”. Pero verlo en directo desde Suiza, es impresionante, con una estampa espectacular y masss cuando está acompañado de dos estupendas unidades del Veyron Grand Sport.
Después de verlo en su presentación oficial con los colores naranja que se implantan en la versión limitada World Record Edition. Ahora podemos observar la imagen del Veyron Super Sport con un elegante color negro que ya se había presentado en Norteamérica el año pasado.
Pero en Ginebra 2011 distingue algunos cambios para el exterior, donde el negro está presente hasta en las ruedas, con las zonas laterales en mate y otras partes en fibra de cabono. Además de las diferencias estéticas contra un Veyron normal, que se encuentran en la doble salida de escape y la tapa del motor, que queda masss oculto para el Bugatti Veyron Super Sport, debido a los cambios necesarios para su refrigeración y aerodinámica.
Por otra parte, el Bugatti Veyron Grand Sport mantiene los 1.001 CV de potencia, y si le quitamos el techo de policarbonato la velocidad máxima es de 360 km/h. Pero teniendo en cuenta lo que suele ser el habitáculo de un super-deportivo, disfrutar conduciendo a cielo abierto y a velocidades sólo legales en Alemania o en circuito, escuchando a los dieciséis cilindros y cuatro turbos empujando, debe ser una experiencia única.
Esta versión targa del Veyron sigue siendo una de las masss bellas. Dejando una excelente impresión con esta combinación de colores para su exterior, en fibra de carbono azul con los faldones cromados. Donde sin el techo su hermosa silueta no pierde deportividad. Sin dejar de notar, las tomas de aire en aluminio que se sitúan sobre los asientos, como un detalle que le sientan muy bien al conjunto.
El interior es el que ya conocemos, sencillo y perfectamente acabado. Los botones y mandos están rematados en aluminio pulido. No obstante, no debe sorprendernos nada ante un automóvil que cuesta 1.400.000 euros (masss impuestos).
Probablemente sea pura casualidad pero en el pabellón uno del Auto Show de Ginebra 2011, el stand de Bugatti se encuentra junto al de Pagani, frente al de Koenisegg y a pocos metros del de Lamborghini. Cuatro marcas de super-deportivos casi juntas...
Publicado por:
Jesus Agustin
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